05 diciembre 2005

De Madrid al cielo y de Móstoles al suelo


Y una y otra y otra vez las ridículas imágenes. Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre con cara de “esto no me lo creo, somos protagonistas del hecho político más bochornoso de principio de mes” fue lo más repetido durante el 1 de diciembre del presente año. Esto es lo que ocurrió en todos los informativos de la televisión en España el fatídico día en el que el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se estrellaban mientras sobrevolaban una plaza de toros. El aparato, que ahora resulta que estaba en malas condiciones, pertenece a las Brigadas Especiales de Seguridad Ciudadana de la Comunidad de Madrid (BESCAM). Y es que resulta chocante y llama la atención que el avión siniestrado fuera precisamente el abanderado de la Seguridad Ciudadana.

Otro punto que me llamó la atención es que hasta el lugar de los hechos se trasladaron varias dotaciones del SUMMA 112 y de la Policía Local de Móstoles, así como dos ambulancias de la Cruz Roja y tres vehículos del Servicio de Bomberos. Está claro que son dos personajes políticos de relevancia en la actualidad de España, pero yo me pregunto si todos estos efectivos hubieran acudido a un siniestro parecido donde no encontráramos a la estirpe política de por medio.

Poco después de saberse el accidente, José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, fue avisado del fatal siniestro. Rápidamente, y esto es una suposición mía, cogió el móvil, y buscó en la agenda el nombre “Mariano Rajoyzzz” y pulsó la tecla verde que lleva el dibujito de un auricular sobreimpresionado.

- ¿Cí?
- ¡Mariano! ¿Cómo estás hombre? Mira que te tengo dicho que últimamente estás con los pies en el cielo y que tengas cuidado, que te vas a caer.
- ¡Zapatero, tú y el PSOE tenéis la culpa de todo lo que ha pasado! Y si ha pasado una vez, esto…
- Muy bien, veo que tus facultades mentales siguen en la misma línea, por lo que estás perfectamente sano. Te dejo, que estoy con mi amigo Silvio. Un saludo de Berlusconi también. Mejórate. Nos vemos en el Congreso.

Y así, se sucede otro capítulo político desastroso con el cual los informativos ya tienen unos cuantos minutos ocupados de máxima actualidad, y los espectadores otra hazaña del PP por resurgir de sus cenizas.