15 noviembre 2006

El maestro polaco


"Pudo ser un amor del montón, pero todo el montón era mío" canta Antonio Luque (aka Sr. Chinarro) en su nuevo disco, el aún casi por descubrir "El mundo según...". Aunque también yo podría haber tenido la ocurrencia de decirla en el momento justo para describir la relación entre las obras de Ryszard Kapuscinsky, periodista polaco, y uno mismo. Porque cuando alguien te recomienda algo (película, disco o libro), siempre guardas unos recelos o bien porque no te fías de los gustos culturales de la persona prescriptora o bien porque no habías oído hablar antes de ese autor/cantante/escritor. Ya tenía la idea de que era un grande de la profesión, pero no imaginé hasta qué punto se puede disfrutar con la lectura de sus escritos.

Pero esta relación tiene ya unos dos años. Me enfrasqué, obviamente por recomendación, en el libro "Los cínicos no sirven para este oficio. Sobre el buen periodismo". El libro contiene una entrevista de A. Semplici y un diálogo con John Berger sobre el trabajo del buen periodista, sobre la siempre itinerante ética deóntologica de la profesión (porque a muchos periodistas parece que se les haya ido de vacaciones, pero para siempre), sobre la época actual de revolución tecnólogica y su consecuencia en la manera de afrontar el periodismo en el contexto de países pobres, como casi todos los de África. En definitiva, una manera de "ver, comprender y contar". Me gustó sin excesos.

El siguiente titubeo con R. K. lo tengo en la época actual. Gracias a mi tío Jesús (que me debió leer la mente), tengo en mis manos dos nuevas obras maestras del genio polaco. Una, "Ébano" y otra, "Los viajes de Heródoto". Ésta, es la última de sus novelas/ensayos/narraciones, y en la que todavía no me he embarcado, pero por una sencilla y lógica razón: "Ébano" me ha atrapado. Tan sólo tres páginas sobraron para que la magia de Kapuscinsky penetrara en todo mi ser. Me quedé fascinado, al ver como este hombre lucha contra enfermedades, animales salvajes y adversidades varias, para dar lugar a un retrato hiperrealista de la sociedad africana del momento, lo que ocurría en los años 60. No es una novela, porque todo es verídico, tampoco son cuentos, aunque utilice el recurso de la narración imaginativa. Un libro que, periodista o no, cualquier persona debería leer.

13 noviembre 2006

Herramienta para vagos


Pues parece ser que la Organización para la Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO, en sus siglas en inglés), con sede en Sydney, ha leído mi jocoso post sobre el air guitar, ese "arte" de dudoso proceder que consiste en hacer aspavientos al aire como si estuvieras tocando un instrumento de verdad (os remito al post anterior), ya que han inventado un "instrumento que se puede llevar puesto" como una camiseta. Ésta permite a quien se la pone tocar la guitarra gracias a varios sensores que vigilan los movimientos de ambos brazos.

En fin, que los que hasta ahora se dedicaban a hacer un poco el tonto (ojo, se podría decir que yo también hago air guitar, pero en privado) en público, ya tienen una herramienta con la que paliar sus límites intelectuales. Enhorabuena.

PD: Se rumorea que el próximo invento de esta asociación de científicos es la instalación de un micro Ipod en la punta del pene, para que puedas escuchar siempre la música que te sale de la po... Y eso.
Canción del día:
La Cultural Solynieve o Grupo de Expertos Solynieve presentan:
El Once