21 diciembre 2005

Otra moda más

No voy a comenzar citando las dos primeras líneas del libro El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Y no es por nada en concreto, pero sería demasiado típico. Miguel Cervantes Saavedra nació en el año 1547 en Alcalá de Henares y obsequió a la cultura hispalense (con una posteridad inusitada) uno de los relatos más enormes de todos los tiempos. Vale, yo al igual que todos vosotros, no me he leído el libro entero, pero siempre nos han dicho que es muy bueno.

Pues bueno, con la llegada de este año 2005 (que por cierto, a Ramonchu le deben pitar los oídos como si fuera la "mascletá" cada vez que se pronuncia este número), el loco más famoso de toda la literatura española ha regresado... pero se ha quedado mucho tiempo. Y es que, al final uno se cansa de tanto Quijote por aquí, Quijote por allá, Dulcinea, que va y viene, y Sancho que no se mueve del tocón en el cual está apoltronado. Porque sí, vale que digáis que es el cuarto centenario del Quijote, pero están aprovechando el filón del orate a lomos de Rocinante y con su fiel escudero, como jamás se había hecho. En lo que sí que estoy de acuerdo es en la originalidad del anuncio de televisión de Castilla La Mancha con la tez del Quijote compuesta por los más variopintos objetos. Bonito y llamativo. Y la red, señores. En internet también podemos encontrar un videojuego on-line del loco caballero. Volvemos a lo de antes, aprovechando un poquito la tirada del centenario. Avispados, los chicos.

Pero cabe preguntarse, ¿qué se realizó en la conmemoración del tercer centenario del Quijote? ¿Eh? ¿Qué hicieron en el año 1905? ¿Se pegaron carteles por las paredes al más puro estilo URSS reivindicando la creación de Cervantes? ¿Construyó Antonio Gaudí alguna "Casa Dulcinea"? ¿Se acordaba Albert Einstein que era el centenario del Quijote mientras presentaba su Teoría de la Relatividad?

Vamos, que estamos hablando claramente de otra moda más. 2006, año nuevo, moda nueva. Se va, pero volverá allá por el año 2105, a no ser que los chinos (de China) por esas fechas comiencen una revolución y declaren empezada la 3ª Guerra Mundial.

Recemos para que en un futuro la producción de arroz sea muy abundante y hayan excedentes para años.

19 diciembre 2005

¿Costumbrismo o denuncia social?


La verdad es que no lo sé. Supongo que tiene un poco de todo, pero por encima del costumbrismo prevalece la denuncia social. Y es que hay injusticias que recaen sobre personas (en este caso) de la tercera edad y que muy difícilmente podrán solucionar por ellos mismos. Os contaré más o menos el suceso que le ocurrió a mi querido abuelo Pedro, que para algunas personas es como un "ladrón".

El año pasado, mi abuelo de 70 años, empezó a recibir un día sin ton ni son, un número ilimitado de llamadas repletas de insultos y blasfemias. Mi abuelo se asustó, lógicamente, y fue a denunciar el hecho a la Comandancia de la Guardia Civil de su pueblo. Allí, le informaron de que, casualmente, existía un señor que se llamaba igual que él (Pedro Rodríguez Carbajo) conocido por ser un estafador de tan solo 20 años que "vendía" animales a través de internet, y que ha pasado ya 5 veces por la cárcel. Pero todos conocemos como se encuentra el asunto judicial en España, ¿no?

El asunto, más o menos, quedó olvidado y las llamadas no se repitieron... durante ese año. Porque hace tan solo 2 semanas, mi abuelo regresó de un viaje, y encendió el contestador autómatico para ver si tenían mensajes de amigos o familiares. ¿La sorpresa? Creo que os lo imagináis. Una decena de llamadas de gente insultándole, llamándole estafador, timador e hijo de p... Pero no sólo eso, porque también recibió una carta de un anónimo estafado, con una especie de callejero junto a una carta. La carta venía a decir, con respeto, que qué pasaba con el dinero ingresado ya que si no le enviaba el animal, tendría que devolverle el dinero. La especie de callejero era un itinerario que partía desde casa del remitente hasta la casa de mi abuelo, en la provincia de Valencia. ¿Le pretendía decir sutilmente con ese callejero que puede ir a su casa?

¿Hay derecho que un jubilado de 71 años, que simplemente vive y deja vivir; que disfruta con la tauromaquia y con el pasear por lo parques, se sienta amenazado por no decir acojonado? No, no lo hay.

Hace tan sólo unos minutos, por curiosidad (igual que el amigo anónimo de la carta), me he dispuesto a rastrear internet con Google en busca del tal estafador (recordemos, tocayo de mi abuelo) y, para mi sorpresa, he encontrado un sinfín de páginas webs con el nombre del tal ladronzuelo. La mayoría de webs estaban formadas por foros de compra-venta de animales de compañía, tema en el cual el chico es un experto, porque se calcula que ha estafado a más de 100 personas. Y resulta que en estos foros, hay varios temas hablando de él, de que se van a organizar y que van a ir en tropel a por él. Esperemos no se equivoquen de persona como ha hecho el anónimo.

A mi abuelo, sin comerlo ni beberlo, le están creciendo los enanos.

Varietés


Señores/as lectores/as de este blog, lamento comunicarles (si es que no se han enterado ya) que ha muerto recientemente una eminencia de la sabiduría popular española y del arte de filosofar a los casi 91 años. "¿Quién, quién? ¿Julián Marías?" Casi, pero no, Julián Marías murió el jueves y eso hoy ya no es noticia. La verdadera joya actual es la muerte de Julio Iglesias Puga, periféricamente conocido como Papuchi, gran creador de neologismos y, por supuesto, doctor de féminas. En su haber podemos encontrar hechos tan interesantes y con tanta notoriedad como... eh... que fue secuestrado por la organización ETA en el año 1981. Y ser padre de Julio Iglesias, por supuesto.

Bueno, también quería exponer mi opinión sobre la actuación del Real Madrid ante el Osasuna durante el partido jugado este fin de semana, pero se me han ido las ganas. O a lo mejor es que la muerte de este señor me está afectando en serio. O quizá es que mientras escribo estoy escuchando a Babyshambles, grupo que ha formado el heroinómano Pete Doherty tras la disolución de su primera banda, The Libertines. O también puede que sea porque a las 12 de este mediodía he visualizado La Naranja Mecánica de Stanley Kubrick en la biblioteca del CEU por quincuagésima vez. Algo está pasando y no sé qué es. Ah, ya está claro. Es que en 30 minutos entro a trabajar, como todas las tardes. Vale, pues era eso.

Un saludo de un trabajador forzoso.